La colorimetría, en asesoramiento de imagen, estudia los colores que favorecen a cada persona. Cada uno de nosotros tenemos nuestros colores naturales, y estos, están determinados por los ojos, las cejas, la piel y el cabello.
Cuando usamos colores que nos favorecen y armonizan con nuestra piel, las pequeñas imperfecciones (manchas, ojeras, rosácea, etc etc) se ven minimizadas. Se observa una inmediata suavidad en el rostro, ojos, labios y la estructura ósea del rostro se ve más definida, la piel se ve más clara y más radiante, el pelo brilla, los ojos también y los dientes se ven más blancos. El rostro se ve iluminado.
Hay dos grandes clasificaciones: cálidas y frías, que a su vez tienen subpaletas. En rasgos generales, a las personas cálidas las iluminan los colores cálidos como el dorado, amarillo, naranja, verde oliva y cualquier color que posea amarillo. Y a las personas frías las iluminan los colores fríos como el plateado, el azul, los verdes, grises, negro, etc.
Conocer nuestra paleta nos ayuda a hacer compras inteligentes y a usar más y mejor lo que tenemos!